“Carcalejos” contra “Lozanitos”. La sentencia del caso Zarzalejos contra Jiménez Losantos deja claro, una vez más, el atraso de la Justicia española. Concretamente en la página 10 de dicho documento. Porque a la juez Asunción Remírez Sainz de Murrieta no le actualizan el Word y sigue teniendo el que te cambia “Losantos” por “Lozanitos”.
En Libertad Digital esto antes se tenía como un loable avance en la Administración (“Síndrome, al menos, de que ya no usan la máquina de escribir, lo que no deja de ser un alivio”), pero ahora se lo toman a mal: “Ah, vale, que Federico habrá llamado a Zarzalejos: “detritus”, “escobilla para los restos”, “mentiroso”, “traidor”, “sicario”, “embustero”, “analfabeto funcional”, “zote”, “pésimo director”, “incompetente”, “ignorante”, “fracasado”, “pobre diablo”, “nulidad”, y “calvorotas”. Pero tú has escrito “Lozanitos”. Ña-ña”.
Y de ahí a chivárselo a la profe, un paso. Pero con razón, oye, que estos que no se fijan y dejan sin corregir el “Lozanitos” son unos vándalos y unos maledicentes y unos malas pécoras. Que el comodín del error informático ya lo gastó Ana Rosa, que ya no cuela.
Pero sigamos, porque si la juez argumenta que en Google sale muchas veces “Carcalejos” (y más que va a salir a este paso), la réplica es que también sale “Jiménez Losdemonios” y “Pedrojeta Ramírez”. Y un montón de porno, añado yo. Cada cual aporta sus vicios.
“El listado de insultos a Jiménez Losantos superaría con creces la capacidad de cualquier juzgado”, argumentan en la web. Claro, sobre todo con las versiones de Office que maneja la justicia española. Pero lo verdaderamente grave es que siendo Federico un solo individuo, mantenga el tanteo igualado.
Para sustentar su argumento, los redactores de Libertad Digital, pasan a relatar todas las lindezas que se le han dedicado a su jefe en los últimos tiempos. Habrá que ver lo que les pagan, porque no deja de ser sospechoso que unos curritos se dediquen a recopilar epítetos dirigidos a su empleador tales como: “talibán de sacristía”, “víbora”, “Gara de los populares”, “mamporrero del PP”, “cantamañanas”, “acojonao”, “vendido”, “gran mandril”, “serpiente de las ondas”, “mesiánico botarate”, “ultramontano extremista”, “chiquito de Teruel”, “moralmente indecente”, “políticamente explosivo”, “catastrofista carroñero”, “Queipo de Llano”, “voceras”, “Radio puñal”, “energúmeno”, “fundamentalista” o “pequeño dictador”.
La conclusión de todo este episodio: software libre ya. Que con código abierto se tienen unos programas de lo más apañados. Y lozanitos.
